El caso del Instituto Evangélico Americano y el uso de las nuevas tecnologías a la hora de comunicar noticias en Clarin.com
Colegios que se comunican con alumnos y padres vía Facebook, docentes que proponen tareas y plantean debates en blogs. Las pantallas no reemplazan al pizarrón, pero la tensión entre ellos comienza a ceder. Experiencias en la escuela pública y privada.
Lejos de lamentarse por alumnos excesivamente conectados, algunos colegios optan por aliarse a las nuevas tecnologías. Ya sea para comunicarse con los padres o para proponer consignas de trabajo colaborativas, las redes sociales y los blogs entran al aula.
Cuaderno de comunicaciones online
Pocos años atrás, el Instituto Evangélico Americano de Villa del Parque tenía un sitio web. Pero, como medio de comunicación, pronto resultó insuficiente. La decisión, entonces, fue extenderse a otras herramientas de la Web 2.0. Así llegó el blog y los perfiles en Fotolog, Twitter y Facebook, donde hoy suma 1.700 contactos entre alumnos, ex alumnos y padres.
Andy Stein es coordinador de comunicaciones del colegio y es, también, quien se encarga de mantener actualizados los sitios y los perfiles. “Nosotros publicamos todas las novedades que sean comunicables. Desde el anuncio de una excursión, hasta las fotos de un acto para los padres que no pudieron venir”, cuenta.
Papel, lápiz y blog
Graciela Caldeiro es profesora del taller de Nuevas Tecnologías del Instituto de Enseñanza Superior Juan B. Justo. En ese espacio extracurricular, trabaja con los alumnos sobre el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y articula tareas con otras asignaturas, que empiezan a interesarse en las posibilidades de los entornos virtuales.
En el Juan B. Justo, algunos profesores utilizan el blog como medio de comunicación con los alumnos, para orientar búsquedas de material en internet, para proponer consignas o para enviar tareas de repaso antes de los exámenes. “Al contrario de lo que pueda pensarse, nos costó instalar su uso en la escuela, porque los chicos ven a la web como un espacio de esparcimiento y socialización. Para ellos, es más fácil cumplir una consigna de modo tradicional. No están habituados, por ejemplo, a los procesos de trabajo colaborativo que proponen las herramientas en línea”, analiza.
La cuestión de los límites
Cuánto se vuelca en Internet y cuánto se toma de ella es un punto en permanente tensión. Sobre los límites de lo que puede difundirse, Stein aclara: “La escuela tiene sus pautas. Como primera medida, contamos con el consentimiento previo de los padres para publicar ciertos contenidos. Además, tomamos algunos recaudos, como deshabilitar el muro de Facebook y moderar los comentarios del blog, para evitar inconvenientes”.
La web interactiva ingresa en la escuela pública y privada, pero no lo resuelve todo: “La tecnología agrega una complejidad mayor a la enseñanza y propone nuevas competencias, pero no asegura la motivación de los chicos. Sigue habiendo inconvenientes y el uso de internet no los soluciona”, concluye Caldeiro, abriendo el aula a las nuevas tecnologías y a un viejo debate.
LEER EN CLARIN.COM:
http://www.clarin.com/diario/2009/10/08/conexiones/Educacion/nota5.html
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